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sábado, 1 de marzo de 2025

5 sentidos

I -Del tacto

Acércate despacio a mis dominios;
que tus dedos tanteen el espacio
ciegamente, la oscuridad que envuelve
mi cuerpo; que construyan un camino
y lleguen hasta mí a través del velo
espeso y taciturno de las sombras.
Sálvame con la luz que hay en tus dedossi me tocan, conjura la desidia,
enciéndeme o abrásame en el tacto
esplendoroso y claro de tus manos.
Como las mariposas de la noche,
hacia la llama iré que tú convocas,
que prefiero quemarme a estar a oscuras.
II -Del olfato

La vainilla; el espliego; el verdín; la canela.
A veces un aroma delgado como de agua,
como de nube o lluvia; a veces un violento
perfume que recuerda la piel de una gacela,
el sudor y la sangre de un animal en celo.
Pero siempre, al final, la vainilla, el espliego...
III -De la vista

Para tus ojos.
Para tus ojos fieramente abiertos.
Para tus ojos fijos.
Para tus ojos con caudal de fiebre.
Para tus ojos grandes.
Una orquídea de carne voluptuosa
para tus ojos ávidos
con vocación de abejas.
IV -Del gusto

Hay sal sobre los labios. En la lengua,
un resto de naufragios y sirenas,
tal vez algas, y el gusto de los fondos
espumosos y verdes del océano.
El sexo siempre sabe a mar de invierno,
a galernas en medio de la noche.
V -Del oído

Se levanta tu voz, se enrosca y se estremece,
serpiente y remolino, se enzarza en mis cabellos,
sube aún, se engrandece, se enajena en rugido
y pierde la noción del trino o la palabra.
Eres otro en tu voz. No conozco a ese hombre
que grita en el placer, delicioso extranjero
que habla lenguas angélicas en una cama impura.
Josefa Parra©
De "Alcoba del agua" 2002

Cinco sentidos - Dvicio & Taburete




viernes, 28 de febrero de 2025

3 poemas de Josefa Parra

Poema 1: "La infidelidad irremediable"

Si, al final,
ha de comer la tierra tus delicados huesos,
y ha de dormir tu boca como una orquídea tierna
debajo de raíces y lianas, qué importa
que estés tan descubierto y accesible,
que encauces tu saliva en otros surcos,
que te des a pedazos cada noche
como Profana, y Cruel, y Santa Forma.

Si, al final,
has de ser a despecho de tu carne radiante
y de todo el deseo con que te he coronado
espléndido despojo que posea la muerte…

"De Elogio a la mala yerba, 1996"
***********
Poema 2: "Alcoba cerrada"

    Por detrás de la puerta,
guardado por cerrojos de silencio y de agua,
esperando, desnudo, tu cuerpo. Tibiamente,
mansamente desnudo, hermoso hasta el dolor.
No entraré a descubrirte.
No violaré el santuario de tu carne entreabierta.
Demasiado peligro para sólo una vida,
demasiado pecado para tan sólo un alma.

"De Alcoba del agua, 2002"
**********
Poema 3: "Despacio"

    Se me apaga tu cuerpo entre las manos
tan despacio.
Pavesa diminuta, luz efímera
tu amor, aunque me empeñe en sustentarlo.
Tan despacio te pierdo.
Y hasta el dolor que aferro con argucias
se vuelve limitado y manejable.
Tan despacio te pierdo,
con tanta exactitud,
irrevocablemente.

"De Alcoba del agua, 2002"
                    

Sobre Josefa Parra
Josefa Parra es una poeta nacida en Jerez de la Frontera (Cádiz, España) en 1965.
Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Cádiz, ejerce profesionalmente en la Fundación Caballero Bonald, como coordinadora, y es subdirectora de la revista literaria Campo de Agramante. Ha sido galardonada con el Premio Internacional de Poesía Loewe a la Creación Joven en 1995 por el libro Elogio a la mala yerba, el Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes, (París 1999), el Accésit del Premio de Poesía Luis Cernuda (Sevilla, 2000) y el Premio de Poesía Unicaja 2006 por su libro La hora azul. Sus poemas han sido publicados en diversas antologías y colabora en prensa diaria y revistas de literatura.

Varios poemas suyos han sido traducidos al portugués, al francés, al árabe, al ruso, al inglés y al alemán.

jueves, 27 de febrero de 2025

Te explico la diferencia

Puedo pasar la vida
contando los exactos lunares de tu vientre,
siguiendo en el espejo tu mirada, ahuyentando
tus fantasmas; si quieres, siéndome un poco tú.
Puedo pasar la vida.
Pero vivir, amor, es mucho más que eso;
es crecer y dormir y envejecer contigo,
reñir y bromear, y no vernos a veces,
o vernos como extraños alguna madrugada.
Es la recia costumbre que de pronto fulgura
con una hermosa lumbre de pasión y demencia.

Josefa Parra©