Bienvenidos

Traductor

viernes, 10 de mayo de 2024

Oh capitán, mi capitán

Oh Capitán, mi Capitán:

nuestro azaroso viaje ha terminado.
Al fin venció la nave y el premio fue ganado.
Ya el puerto se halla próximo,
ya se oye la campana
y ver se puede el pueblo que entre vítores,
con la mirada sigue la nao soberana.

Mas ¿no ves, corazón, oh corazón,
cómo los hilos rojos van rodando
sobre el puente en el cual mi Capitán
permanece extendido, helado y muerto?

Oh Capitán, mi Capitán:
levántate aguerrido y escucha cual te llaman
tropeles de campanas.
Por ti se izan banderas y los clarines claman.
Son para ti los ramos, las coronas, las cintas.

Por ti la multitud se arremolina,
por ti llora, por ti su alma llamea
y la mirada ansiosa, con verte, se recrea.

Oh Capitán, ¡mi Padre amado!
Voy mi brazo a poner sobre tu cuello.
Es sólo una ilusión que en este puente
te encuentres extendido, helado y muerto.

Mi padre no responde.
Sus labios no se mueven.
Está pálido, pálido. Casi sin pulso, inerte.
No puede ya animarle mi ansioso brazo fuerte.
Anclada está la nave: su ruta ha concluido.
Feliz entra en el puerto de vuelta de su viaje.
La nave ya ha vencido la furia del oleaje.
Oh playas, alegraos; sonad, claras campanas
en tanto que camino con paso triste, incierto,
por el puente do está mi Capitán
para siempre extendido, helado y muerto.

Walt Whitman©

Fotografía de Abraham Lincoln a quien dedica este poema 








jueves, 9 de mayo de 2024

Una araña paciente y silenciosa

Una araña paciente y silenciosa,
vi en el pequeño promontorio en que
sola se hallaba,
vi cómo para explorar el vasto
espacio vacío circundante,
lanzaba, uno tras otro, filamentos,
filamentos, filamentos de sí misma.

Y tú, alma mía, allí donde te encuentras,
circundada, apartada,
en inmensurables océanos de espacio,
meditando, aventurándote, arrojándote,
buscando si cesar las esferas
para conectarlas,
hasta que se tienda el puente que precisas,
hasta que el ancla dúctil quede asida,
hasta que la telaraña que tú emites
prenda en algún sitio, oh alma mía.

Walt Whitman©

Arte de Alejandro Rodriguez Fajardo


miércoles, 8 de mayo de 2024

Con potente música vengo...

Con potente música vengo , con mis cornetas y tambores,
no toco marchas sólo para aquellos a los que se reconoce
como victoriosos, toco marchas para los conquistados
y aquellos a los que han dado muerte.

¿Habéis oído que era bueno aprovechar el día?
Yo también digo que es bueno caer, las batallas se pierden
con el mismo ánimo con el que se ganan.

Lato y palpito violentamente por los muertos,
por ellos soplo por mis embocaduras lo más alto
y alegremente que puedo.

¡Demos vivas a los que han fracasado!
¡Y a aquéllos cuyos buques de guerra se fueron a pique!
¡Y aquellos que fueron a pique ellos mismos!
¡Y a todos los generales que perdieron combates, y a todos
los héroes derrotados!
¡Y a los incontables héroes desconocidos que valen como
los más grandes conocidos!.

Walt Whitman©

Terraza de café por la noche de Van Gogh