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martes, 6 de diciembre de 2022

Tengo ganas de nosotros

Tengo ganas de ti. Ganas de acariciarte lento, subirte al cielo, bajarte la luna y besar tus miedos. Sacarte sonrisas y orgasmos, tenerte siempre a tres centímetros de mi corazón para que, cuando me besen tus labios y se detenga el tiempo, puedas darle un golpecito para recordarle que tiene que seguir latiendo.
Tengo ganas de un nosotros que nunca muera. Ganas de sonreír contigo en la oscuridad que nos rodea para que sean nuestros ojos felices los que iluminen el camino que tenemos por vivir.
Ojalá el tiempo me dé la razón y tú seas capaz de verlo.
Aunque no te sientas preparada, aunque creas que el invierno dura eternamente, te prometo que mi amor llegó para derretir tus barreras inconscientes y llegar bien adentro de tu corazón.
Tengo ganas de llorar contigo, por ti, por mí, por todo lo que duela y por todo lo que me haga feliz. Ganas de reír contigo, soñar contigo, despertar contigo, callar contigo.


Alejandro Ordoñez ©
De su libro "Nunca dejes de creer en el amor"📚





Poemario Rita Turza

No imaginas

No te imaginas cuántas veces he vuelto a tu cuerpo en 
sueños.

Ni te imaginas las noches que creé un mapa
con tus lunares... y un cielo efímero de estrellas
polares.

Un lugar donde refugiarse en el tiempo de tormenta.

En los días del norte.

Ni te lo imaginas.

***************

Loba

A veces 
es necesario
mostrar las garras
de loba,
mostrar 
quién eres.

Que no haya confusión alguna,
para que no me confundan
con una indefensa oveja
despojada de la piel

de esta loba.

Rita Turza©



Maravilloso poemario de nuestra amiga Rita Turza, lo recomiendo, no os dejará indiferentes, poemas llenos de sentimiento, que llenan el alma.

Amor de tarde

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.


Mario Benedetti©