Mujer infinita

La mujer infinita
está hecha de rock and roll,
su locura es joven,
fresca y azul,
cuando se encuentra
con la risa
su boca no entiende el fin,
no le importa demasiado
la poesía,
solo baila cuando pone
ella las canciones.
Su alma es libre y decidida,
es experta en improvisar la vida,
se deja llevar sin pretensión,
solo bebe si ella siente
que mereces compartir su copa.
Aparece y desaparece al azar,
es una mujer presente,
asomarse a su ventana
no es tan simple,
no es tan fácil,
guarda dentro un abismo,
jamás comparte su historia,
esa hoja castigada
aunque bella.
A ratos busca calma
en los suyos,
con el resto,
se vuelve caro el tiempo
compartido,
protege su espacio con
gesto animal,
sabe morder cuando
amenaza el peligro.
Lo suyo son las ganas en pendiente,
es consciente de que solo
en su voz reside el sí,
puede tener aquello que
ella quiera: nadie le diría
que no al hecho de vivir.
Da la sensación de ser
la mujer infinita,
nunca se acaban las palabras
que decirle,
nunca los besos a deber,
nunca termina su
mirada verde e inquieta,
y su esencia es como
un buen vino: eterna hasta
que se acaba.

Miguel Gane©