viernes, 20 de septiembre de 2024

Aceleración de los cuerpos

Durante el camino, ella piensa que no llegará a tiempo. La distancia y la soledad de su prisa son más que un anticipo. Al llegar, no escucha sino el murmullo de la sangre y el deseo, por eso no tarda en adentrarse por el ancho corredor.

Luego está sentada, desnuda de la cintura para abajo. Todo está limpio, tibio y en penumbra. Es el 13 de febrero de 1970 y es una perfecta mañana de invierno. Mi madre tiene dolor, tal es la naturaleza de un parto, y por eso su destino es el coraje, un coraje donde el dolor es la única salida.

Después de la última contracción comienzan las revelaciones: el dolor se convierte en destino de la cintura para abajo; el coraje, en una penumbra de invierno; mi madre se congela en el amplio corredor y yo me convierto en el deseo que nunca llega a tiempo.

María Montero©





8 comentarios:

  1. Qué bello y emotivo texto, Dakota.
    Te felicito.
    Un fuerte abrazo y estupendo fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Carmen, es muy emotivo. Un abrazo y buen finde!!

      Eliminar
  2. Hola Dakota, bello y emotivo texto sobre un momento tan maravilloso como es el alumbramiento y la llegada del ser bebé. Un abrazo y feliz fin de semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Nuria, es muy emotivo la forma de describirlo, pero el final creo que tiene un tinte de drama.
      Un abrazo!

      Eliminar
  3. Es hermoso de verdad, hermoso. Vuelvo a darte las gracias por presentarnos estas poesías que, sin ti, nos tardaríamos un poco más en leer, o quizá no las veríamos. Abrazos Dakota!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Maty por leerlas, yo estoy encantada de traerlas para que las lea quien lo desee. Me encuentro con tantos autores que no conocía.
      Un abrazo!!

      Eliminar
  4. Como siempre, leerte es un placer. Saludos y felicitaciones.

    ResponderEliminar