De pronto vuelvo a la noche
con mis zapatos de agua.
Me desnudo
en el lento
ejercicio de mis manos
y busco
solamente
un objeto mío,
un pequeño barco,
un cometa,
un circo de inventadas cosas,
figuras cotidianas,
tuyas y mías,
que amo.
Pero sé
que de pronto
me vuelvo inaccesible
y vuelvo a ser silencio
y llama oscura,
donde mi barco
se escapa de tu orilla.
Mía Gallegos©
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Anochecer extraído de la web |
Cuántos versos nacen en la noche. Preciosos.
ResponderEliminarUn poema lleno de fuerza.
Un abrazo
Hola Nuria, la noche y la luna son magia para la poesía.
EliminarUn abrazo!!